Carta al 19 de julio 2021

No puedo conmigo mismo

No puedo con mi conciencia, no puedo conmigo mismo. ¡Basta! ¡Suficiente!  no puedo conmigo mismo, no quiero respirar, no quiero sentir, no quiero subsistir, ¡no puedo más! No puedo ante el malinchismo, ante la hipocresía, ante tanta burocracia, ante tanta indiferencia ¡no puedo más! No puedo danzar el baile de la burocracia y el discernimiento ante la verdad. 

No puedo más ante la lucha injusta que la circunstancias narran, no puedo permitir más la injusticia ante esta situación, no puedo callar más ante los intereses que están de por medio, no puedo más ante la injusta actitud de personas románticas que hoy son ciegos, sordos y mudos.

 ¡No puedo conmigo mismo! No puedo permitir y quedarme callado ante las violaciones físicas y psicológicas que pasan mis hermanas y hermanos en el Chipote, no puedo esperar más y aplaudir estupideces que a mi pueblo no dan protección y garantía ante su dolor, ante su quebranto. no puedo ser participe ni vivir tranquilamente, no puedo dormir ni comer con mi conciencia martillándome ante tanta injusticia, tanto olvido, tanto malinchismo, hipocresía y falsedad.

¡No puedo, no puedo, no puedo! No puedo ignorar más el sentimiento ajeno y que mi ergonomía egoísta me llene, no puedo más seguir sin demandar justicia, libertad y democracia hasta que existan. No puedo más pasar desapercibido el aplacamiento de intenciones de los supuestos “justos” y quedar de brazos cruzados. no puedo pasar desapercibido del encarcelamiento injusto de los once aguadores, la convicción del padre Edwin Román que es un verdadero cristiano sublevado, un héroe para Nicaragua que ha padecido los asedios y la profanación a los templos mis templos. no puedo pasar desapercibido la realidad del mundo y la injusticia que corroe ha gestas tan justas.

No puedo pasar desapercibida la visita de la joven Amaya a nuestros hogares momentáneos y su ímpetu por el sueño de una utopía. ¡No puedo, no puedo, no puedo! No puedo dejar de sentir, de desvelarme pensando el ¿cómo ni el por qué tanta apatía  por mi patria y mi gente? pero lo que realmente no puedo dejar pasar desapercibido es la injusticia de románticos erróneos que todavía apuestan a un sistema que ha violado no solamente una niña (Zoila América), sino que también violado a un pueblo. No puedo pasar desapercibido la necesidad de sacar nuevamente mi arma más letal, mi pluma, para desde la posición que me encuentro demandar verdad, realidad y justicia ante este tirano que es inmune ante la ley.

No puedo pasar desapercibido la actitud gallo gallina o ambigua de las instituciones quienes tienen que ver en esto.  Me pregunto, ¿aquellos nicaragüenses que supuestamente no pasaron desapercibidos la acción de una niña que se tomó la vida enserio, con responsabilidades de una mujer, hoy dónde están? ¿dónde se encuentran la solidaridad que dicen tener, que mostraron demostraron? hoy no puedo desapercibir las verdaderas intenciones de esos elogios hipócritas.

 Hoy me pregunto: ¿qué hacemos hoy los nicaragüenses por la verdad y justicia de nuestros pueblos?, hoy quiero que exhortemos en cuerpo propio el hecho de una violación, una pérdida de un ser querido o lo peor que se les ocurra.  Hoy después de este análisis de conciencia puro, me pregunto ¿quién podría pasar desapercibido la situación de nuestra nación y gente?, Hoy antes de desfallecer en mis lágrimas y sentimientos puros me pregunto y les pregunto ¿podríamos vivir con nuestras conciencias, podemos pasar desapercibida esta situación?. 
 Me siento ahogado, asfixiado, pensando en criaturas que toman responsabilidad como grandes, hoy sus esfuerzos pasan desapercibidos.

¡NICARAGUA NO SE VENDE NI SE RINDE!
AUTOR: RAGNARD